Si no lo hubiera visto en persona, si me lo cuentan no me lo creo, tanta publicidad al matrimonio civil, tantas bodas gay y lo que te encuentras en un Juzgado.
Lo primero que ves es a dos, tres o cuatro chupatintas.
Para que dos españolitos amigos que tienen Libro de Familia, es decir, que tienen un hijo en común, con todos los papeles en regla: Los dos solteros, Certificado de Empadronamiento , Nacimiento : son sevillanos, españoles con D.N.I., se presentaron en el Juzgado con la intención de casarse, con dos Testigos, mi marido y yo.
Faltaba la Fe de Soltería, ¿la han traído?, no importa la pedimos por el ordenador al Juzgado de Sevilla, menos mal, sino los hacen ir otra vez a la burrocracia.
Según los "funcionarios", dudo que lo sean, ese día no podían casarse, primero porque los trámites eran el "empiezo el expediente", tienen que dar el visto bueno el Juez y el Fiscal, segundo porque el Juez está ocupado con los juicios y los delincuentes, nos pareció estupendo, y tercero para casaros tenéis que ir al Ayuntamiento. Vuelvan dentro de dos meses que el expediente estará listo, muy bien.
Volvieron a los dos meses, esta vez sólo había una chupatinta los otros estaban de baja, el expediente estaba listo pero el Oficio que tenían que llevar al Ayuntamiento no lo había firmado el Oficial que estaba de baja o de vacaciones.Venga dentro de una semana.
Volvieron a la semana y la chupatinta no ¡encontraba el expediente!, mis amigos insistieron, después de media hora lo encontró.
Con el Oficio y testigos de su familia fueron al Ayuntamiento, creían que iban a casarse.
Preguntaron en el mostrador de información que también lo tienen "relleno de funcionarios/as", les dieron un impreso que tenían que rellenar y presentar en la secretaría del Alcalde, fotocopias de los D.N.I. de los novios y los testigos y que los avisarían, los casamientos en Dos Hermanas por lo visto se celebran en la Casa de la Cultura.
Creo que mis amigos se han cansado, ellos me dicen, pero si nosotros no lo vamos a celebrar, que más le hubiera dado al Juez casarnos desde el principio en su despacho, sólo en cinco minutos, lo que tarda en tomar un café, o fumar un cigarrillo.