CHAVOLISMO CHAVESIANO

El chavolismo existe y siempre existirá, aquí y, en donde se tercie, faltaría más, sobre todo para los gozos de los mafiosos.

Estudié en el Colegio Público España del barrio de El Porvenir de Sevilla, 5º, 6º, 7º y 8º. Qué maravilla, qué Profesionales nos Enseñaban. En los sesenta solo éramos alumnas, vestidas de uniforme, camisa blanca, falda, jersey y calcetines azules, zapatos negros o azules, desde las 10 h. de la mañana hasta la 17 h. de la tarde, comedor incluido, ahí aprendí a comer, qué sufrimiento era yo para mi Madre, nunca quería comer. Los gastos se lo descontaban de la nómina a mi Padre todos los meses.

En los cuatro años que estudié en el Centro conocí buenas amigas, maravillosas, sobre todas a Mª Dolores, una niña que iba siempre muy aseada, su pelo rubio brillante llamaba la atención, el uniforme y sus zapatos impecables, las calificaciones de las mejores de la clase.

Cuando terminamos 8º el último curso sabíamos que no nos veríamos más, para disgusto de las demás amigas sólo me invitó a mí a visitar su "CASA" en su cumpleaños.

Su casa estaba situada en la calle del Infierno, la de los "cacharitos" de la Feria de Sevilla, la de El Prado de San Sebastián, vivía en una CHAVOLA todo el año menos en feria que los echaban, increíble. Sus Padres encantadores, mi amiga era la mayor de cinco hermanos, qué alegría había en esa casa. En los setenta les concedieron una vivienda en el Barrio de Murillo.

Todo me ha venido a la memoria cuando he visto la noticia por Canal Sur, la que pagamos todos/as, del "desalojo pacífico" de Chavolistas en Tablada, los mismos que el Ayuntamiento de Sevilla "desalojaron pacíficamente, con bolsas de plástico llena de dinero, ¿blanco o negro?", una desvergüenza, que se fueron a las Tres Mil Viviendas y tuvieron que salir de nuevo por el asesinato de un jovencito.

En el desalojo estaban "indignadas representantes de mujeres progresistas, representantes de no se qué", las mismas que se jartan de reuniones inútiles y demagógicas, que nunca arreglan nada, pero que viven del Presupuesto.

A todos los que "dan la cara pero que nunca solucionan nada", que se manifiesten en las Puertas del Parlamento Andaluz, aunque sea por esos ciento sesenta y dos niños que no tienen culpa ninguna.